miércoles, 18 de mayo de 2016

Una Mujer no debe describir la Belleza de otra Mujer a su Esposo

Una Mujer no debe describir la Belleza de tra Mujer a su Esposo 



Abdullah bin Masud (radiallahu anhu) reportó que el Mensajero de Allah, salallahu ‘alahi wa sallam, dijo:
“No dejes que ninguna mujer se mezcle con otra para después ella describa a esa mujer a su esposo, como así parecer que el hombre la está viendo.”(1)
La sabiduría detrás de esta prohibición es que es posible que el hombre se fascine con la mujer que se le está describiendo, por lo que esa cosa puede llevar a otra hasta que él divorcie a su esposa o caiga a la tentación de tratar de reunirse y seducir a la mujer que le fue descrita.
Una mujer puede, ingenua e inocentemente, describir a una mujer que conoció, estando impresionada por su carácter y belleza. Puesto que ella a generado una amistad con esa mujer, ella está entusiasmada de decir a su esposo todo acerca de ella, hablándole más y más después de cada reunión (con su amiga). Lamentablemente, ella no se percata, que a veces, el corazón precede a los ojos en el proceso de enamoramiento. Ella puede tener una franca y buena relación con su esposo, y de repente las cosas comienzan a ir mal entre ellos, pero ella no sabe el por qué. Entonces, viendo una abertura a través de la cual atacar el shaytan interviene en la completa destrucción de la familia. Shaytan planta la idea del tratar de ver a esa mujer en la mente del esposo, y como víctima voluntaria, él no pierde la oportunidad para verla y, en lo posible, hablarle. No sólo eso, pero él trata de averiguar lo que más puede acerca de ella, incluso su relación marital, su edad-y dirección. Shaytan lo ayuda constantemente en crear una imagen de ella, de modo que incluso cuando está en la cama con su esposa, él está imaginándola. Entonces él empieza a odiar a su esposa, y necesitará crear una excusa para deshacerse de ella; él encuentra motivos para discutir y atribuirle cualidades negativas en frente de otros. Todo esto comenzó cuando su esposa describió la belleza de otra mujer a él. Él puede tener hijos, pero no importa: los impulsos son más fuertes contra él, y al caer más y más profundo, la vida empieza a ser más y más inaguantable.
Porque en lo económico o psicológico o en los asuntos sociales, él no ha sido franco en decir a su esposa de que está enamorado de otra. Teniendo que retener sus sentimientos, él busca maneras de crear problemas que desestabilizarán a su familia.
Tampoco es permitido en Shari’ah que un hombre describa su esposa a otros. At-Tijani reportó la siguiente narración en Tuhfatul ‘Arus. Ma’bad As-Saliti tenía una hermosa esposa llamada Hamidah. Un día, Ma’bad recibió órdenes de unirse al ejército que estaba yendo a Khurasan. Él se fue y en un momento durante el viaje, él habló a sus compañeros de la belleza de su mujer y cuánto él la amaba; hablo tanto de aquello que consideró desobedecer al gobernante y huir del ejército para retornar a casa. Al escuchar la descripción que hizo Ma’bad, un hombre llamado Hut bin Sinan empezó a tener sentimientos por la esposa de Ma’bad. Él dijo a Ma’bad “Quiero ir a vivir a Basrah (donde Ma’bad vivía).” Ma’bad dijo, “Entonces te daré una carta que escribiré, así tú se la puedes pasar a Hamidah.” Cuando Hut llegó a Basrah, él se dio prisa para llegar a la casa de Hamidah con la carta de su esposo. Con la intención de verla, el se negó a pasársela a otro (como a un sirviente), diciendo, “No se la entregaré a nadie salvo a ella”. Entonces ella se presentó ante él, y él le habló a ella. Algunos de los sentimientos de deseo en su corazón empezaron también en los de ella. Es innecesario decir que la tentación aumentó al él visitarla constantemente, hasta que finalmente huyeron. Luego alguien de su familia la vio y se percató que tenía un hijo. Las noticias acerca de lla se esparcieron, y fue aprendida por ‘Abdur- Rahman bin ‘Ubaid Al ‘Absi, quien era un oficial bajo el mando de Al-Hajjaj. Al ser tomada en custodia, y su sentencia proclamada, Hamidah fue apedreada a muerte por el crimen de adulterio. (1) Al- Bukhari (5240,5241), Abu Dawud (2150), y Ahmad (1/387, 438, 440, 443)
Referencia: Marital Discord. Causes & Cures. Por: Majdi Muhammad Ash-Shahawi pp 49-52. Traducción al Español por EQUIPO SALAFI CHILE